El poder de una mascota  - por Yolanda

Respecto a los adultos

 Psicólogos, investigadores y veterinarios, coinciden en que las mascotas pueden ser buenas para nuestra salud física y mental. Esta bien claro, que una mascota no cura la depresión, ni es una sustitución de la medicación o psicoterapia. Sin embargo, muchos expertos están de acuerdo en que una mascota ayuda a mejorar la depresión leve o moderada en muchas personas y a veces hasta prevenirla temporariamente. Los animales domésticos, simplemente te hacen sentir bien por mantenerlos y estar pendientes de ellos. Psicológicamente, te hacen sentir que eres importante, porque te necesitan. El poder de las mascotas para mejorar tu estado de ánimo, se basa, en "El amor incondicional". Cuando tú te sientes decaído y con ánimos abajo, el perro se acerca a ti, y te lame, te dice con sus ojos que eres el más grande. Además del amor incondicional, una mascota alivia la soledad. Depresión y soledad pueden ir juntas. Para muchas personas las mascotas son los únicos parientes que tienen. Alivian su soledad. Las personas que se relacionan con animales se sienten mejor. Tener una mascota desvía la atención de los problemas del amo, ya que le genera el compromiso de alimentarle y cuidarle. Es un ser, que necesita de otro ser. Con ese enfoque el dueño de la mascota no puede detenerse mucho en un estado deprimido. Algunos psiquiatras recomiendan loros como mascotas ideales para algunos pacientes con síntomas de depresión. Las aves pueden ser leales, cariñosos y dar una buena compañía

Respecto a los niños

                                                                     

 Numerosos estudios señalan que los niños que crecen junto a una mascota desarrollan un mayor sentido de la responsabilidad al descubrir cómo el animal necesita de su atención y de sus cuidados; lo que además potenciará su capacidad de empatía y compasión. Muchos adquieren una mayor autoestima como consecuencia de su relación con el animal. Por otra parte, los niños con mascotas observan conductas biológicas que enriquecen su conocimiento del mundo animal y su entendimiento de lo necesaria que es la adaptación a realidades diferentes que luego se extenderá a futuras relaciones interpersonales.

Respecto a la familia              
                                               
 Una mascota en la familia, además presta una
compañía con efectos beneficiosos sobre ésta, ya que se aprovecha cada momento para pasar más tiempo interactuando entre ellos y desarrollando nuevos espacios de comunicación, en acciones como salir a caminar, hacer deporte, salidas a parques y zonas verdes y se generan nuevas disciplinas en los horarios y tareas del hogar, ya que los padres necesitan enseñar a sus hijos cómo deben comportarse con sus mascotas para que puedan tener una
relación segura y placentera.